Las leguminosas han alimentado a millones de personas alrededor del mundo por siglos junto con los cereales. Son alimentos de muy buen sabor, nutritivos y de precio accesible. Desafortunadamente, el consumo de leguminosas ha disminuido considerablemente, por lo cual la Asamblea General de la ONU, declaró el 2016 como el Año Internacional de las Leguminosas y el 10 de febrero como el Día Internacional de las Leguminosas pues es necesario revalorizar la importancia de estos granos para el ser humano.
La educación nutricional es esencial en el rescate del consumo de estas semillas, sin embargo, no es suficiente, también es necesario desarrollar proyectos y alimentos que involucren a estos cultivos. Un mayor empleo de las leguminosas es fundamental para disminuir la malnutrición, mejorar el estilo y calidad de vida y con esto, beneficiar a sus productores y el medio ambiente.
Con la pandemia global de Covid-19, es imperativo seleccionar alimentos que fortalezcan nuestro sistema inmunológico. Las legumbres tales como los frijoles, lentejas, arvejas y garbanzos son una gran fuente de proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales. Estas son una buena fuente de potasio, calcio, zinc, niacina y vitamina K, y además son especialmente ricas en folato, hierro y ricas en selenio, un mineral difícil de encontrar, que refuerza el sistema inmunológico, justo lo que necesitamos en estos momentos.